Hay varias fórmulas de contratación de este tipo de seguros, como los abiertos que son los que ofrece una empresa a todos los trabajadores, con una serie de condiciones especiales aunque en estos casos son los trabajadores los que deciden si contratarlo o no.
Por otro lado los seguros colectivos cerrados son los que una empresa contrata para absolutamente todos sus empleados, bajo un único recibo que correrá a cargo de la empresa.
Estos seguros tienen una serie de ventajas como que es un incentivo más para motivar a los empleados y que vayan a trabajar a gusto, que estén satisfechos y que se sientan bien en su puesto de trabajo.
Los trabajadores se sentirán más seguros y protegidos y por lo tanto disminuirá el grado de absentismo laboral.
Respecto al copago no tiene lugar en estos seguros, y en caso de que haya, habría descuentos notables.
En gran parte de estos seguros médicos no hay carencias así que la cobertura es total desde el primer día, sea lo que sea lo que le suceda.
Además al contratar seguros de salud para sus propios trabajadores las empresas obtendrán unos beneficios fiscales al contabilizarse como un gasto que afecta al Impuesto de Sociedades.
También existen una serie de ventajas fiscales para los empleados porque esta remuneración en especie está exenta de tributación por los primeros 500 euros anuales del valor de cada póliza.
De cara a la empresa con estos seguros se mejora la imagen de la empresa tanto para los clientes, como para la competencia como para los propios trabajadores. Este tipo de políticas aumenta el compromiso del trabajador con la empresa, su satisfacción y disminuye el cambio de personal.
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